marzo 31, 2018

★HABLO EN EL LENGUAJE DE LAS PORTADAS DE LOS LIBROS



otra de las cosas

que puede aspirar a hacer el ratón

en la trampa

es perpetuarse en su tejido imberbe de recuerdos

aferrarse a la evocación forzosa de un momento por defecto

demasiado anterior a éste

y asirse así de fragmentos

de pretéritos inmóviles cuasi involuntarios

deliberadamente acomodados en fila

como a la espera de la medalla o de la condena

soy hija de esa parte de la historia

soy hija de una madre privativa de la inexistencia

soy hija de un padre espectador y de un sillón vacío de dos cuerpos

me tomo el tiempo para dividir mentalmente en cuadrados perfectos

todos los muebles de la casa

me tomo el tiempo para descubrir la idiosincrasia fáctica

de los estantes más altos

compruebo la complejidad irracional del proceso y enuncio

hablo en el lenguaje de las portadas de los libros

absurdamente perturbadoras

hablo en el lenguaje arriesgado del hipocampo de acrílico

con vocación de meteorólogo

no encuentro un solo indicio

del big brother que vigila

la pajarera del hámster

soy hija de una bandera harapienta hecha con huesos

y corazones de criaturas imaginarias

soy hija de otro sueño que quedó afuera del inventario

soy hija de la mujer que me habita pero que busca 

en la habitación más próxima

un gesto de niña

caminar todo el paseo sin pisar raya

perpetuarse en un recuerdo

(por defecto

demasiado anterior a éste)

asirse de fragmentos

acomodarse en la fila

esperar - con rigurosa y hasta ridícula impaciencia - la medalla

o la condena

marzo 25, 2018

LIBEROAMERICANAS!



Liberoamericanas: 80 poetas contemporáneas es un hermoso proyecto editorial al que tengo la felicidad y la emoción de pertenecer, impulsado a pulmón por el gran equipo de LIBEROAMÉRICA

Lxs invito a sumarse a la pre-venta del libro y a colaborar con su publicación impresa, pasando unos minutos por el siguiente link (sección “recompensas”) 💟

👉POEMARIO DE AUTORAS JÓVENES 

¡Gracias infinitas y no se lo vayan a perder!






marzo 21, 2018

MARZO, 21 : LA POESÍA SOS VOS


“En mi caso las palabras son cosas y las cosas son palabras. Como no tengo cosas, mejor dicho, me es imposible otorgarles realidad, las nombro y creo en su nombre (el nombre se vuelve real y la cosa nombrada se esfuma; es la fantasma del nombre). Ahora sé porqué sueño con escribir poemas-objetos. Es mi sed de realidad, mi sueño de una especie de materialismo dentro del sueño.”

“Peligroso momento cuando el poeta deja de decir yo para señalar las cosas exclusivamente. Terrible transición (…). En verdad, decir yo es un acto de fe. Nada más desolador que un poema que señala las cosas en lo que tienen de mudas e inertes.

La poesía se convierte entonces en un juego, en una búsqueda de palabras bellas que no signifiquen (…). Cuando el poeta no se enuncia ni se erige para celebrar o maldecir aparece el silencio de la desesperación pura, de la espera sin desenlace. Y sin embargo es también canto, es voz, es decir en vez de no. Es aún una prueba de fe. La última.”

Alejandra Pizarnik. Nueva Correspondencia (1955-1972), 2017.





marzo 20, 2018

YO QUERÍA VIVIR, QUERÍA MÁS


Yo quería vivir, quería más. Tenía diecisiete y cursaba el último año de la secundaria. A Gabriel lo habían echado del colegio en cuarto, y había ingresado en la escuela de Bellas Artes de Rosario. Venía a verme al colegio, a sacarme del colegio. En tercer año descubrieron papelitos con pornografía, según dijeron, y decidieron hacer una limpieza en toda la escuela. La profesora de geografía revisó mi curso, y se encontró con la carpeta secreta de mis versos. Me la sacó. Qué tragedia. Al día siguiente se acercó a la Veiga, a una cuadra del colegio, y me devolvió la carpeta, me pidió disculpas y se hizo mi mentora. Los poemas eran poemas de amor a mi profesora de literatura. Nada dijo, fue un secreto entre las dos. Pero en quinto, cuando ya era mala en serio, con amonestaciones y amenazas de expulsión, me enamoré de la profesora de filosofía, y esto decidió mis lecturas y mi entrada a la universidad. Ya había leído más que cualquier estudiante universitario de letras, y sabía que ahí podía sola, en filo todavía no. Se estaba acabando el martirio, la pesadilla de la secundaria que era una cárcel o un hospital psiquiátrico, como diría Foucault. Sólo quería las calles de Rosario, la libertad.

Fragmento de Zavalla, con z (2012).


👉POEMAS + ENTREVISTA A DIANA BELLESSI


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Diana Bellessi (Zavalla, Santa Fe, 11 de febrero de 1946). Poeta argentina. Ganadora del Premio Konex en dos ocasiones (2004 y 2014). Formó parte de la redacción de la revista de teoría feminista «Feminaria» desde su fundación en 1988. Hasta 1991 perteneció a la redacción de «Diario de Poesía», que promovió a la generación de poetas de los 80 y los 90. Ha traducido a poetas como Ursula K. Le Guin, Denise Levertov, Adrienne Rich y Olga Broumas. Reside en la ciudad de Buenos Aires, trabajando en formación y supervisión literaria. Publicó, entre otros, los libros Crucero ecuatorial (1981), El Jardín (1992), Mate cocido (2002) y Fuerte como la muerte es el amor (2018).


marzo 11, 2018

«NO HAY RECETAS EN LA POESÍA»



«Si me preguntaras si prefiero escribir diez ensayos o un poema, te contestaría que el poema.»

Entrevista a Alejandro Crotto (equipo de dirección de revista Hablar de Poesía

[fuente: La Primera Piedra]   


👉«NO HAY RECETAS EN LA POESÍA» (NOTA COMPLETA)







marzo 09, 2018

LA MEMORIA SE BASTA A SÍ MISMA


TESORO

Ahora dejé la ciudad y vuelvo de la huerta

con olor a tomillo, albahaca, romero,

vos enlazás mis manos, las respirás,

pedís hacer tu casa en ellas.

Un hogar es algo difícil de lograr.

Un hogar es como un árbol.

Si te quitan los árboles, perdés

tranquilidad, belleza y protección.

A veces caigo como una hoja en otoño,

no sé si estoy quieta o en movimiento

pero algo está crujiendo.

Habrá que estudiar lo que dice el maestro.

Cuando más de un árbol se seca

en un mismo lugar, la naturaleza

está avisando: hay un tesoro escondido

bajo las raíces muertas.

 

 

MALEZA

Nos avanza el monte,

trae la espesura,

llega hasta la casa,

entrecruza las ramas,

enrosca lo bueno con lo malo.

Si ahora tirás el corazón

por la ventana,

caería sin ser visto,

se perdería rápido

entre árboles y arbustos.

No digas más nada.

Es difícil comulgar

con la naturaleza.

Volver hacia adentro,

arraigarse como el tala.

A veces el paisaje

se resiste a ser habitado.

Hoy trabajamos la tierra

y prendimos fuego la maleza.

Toda la noche miramos la brasa.

 

 

ARAÑA

Muchas veces sucede.

Camino entre los árboles,

choco una telaraña,

cubre toda mi cara.

No es fácil sacar el tejido

pegado a los poros.

La red no se rompe,

así me atrapa el recuerdo.

La memoria se basta a sí misma,

trabaja con convicción

como una araña, obrera,

suave y fuerte a la vez.

 

De Hay leña, 2017.


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Jimena Arnolfi (Buenos Aires, 1986). Actualmente reside en la provincia de Entre Ríos. Sus textos circulan en antologías, revistas y publicaciones online. Es autora de los libros Hay leña (Caleta Olivia, 2017), Todo hace ruido (Editorial Pánico el Pánico, 2013) y la plaqueta Metafísica (La Fuerza Suave, 2015).


marzo 06, 2018

REGALO DE COLECCIÓN


Más que feliz con mi ejemplar de AFORISMOS, de Ricardo Javier Lemmo, que ha llegado hoy por fin a mis manos, y al que tuve el privilegio de prologar el año pasado. Gracias por la confianza y por esta porción hermosa de alegría 😊

No vayan a perderse este libro por nada del mundo… ¡Felicitaciones, Javier!






«¿Cómo se mide la conducta humana? Acaso en la falacia misma de una pregunta como esta se esconde el fraude más evidente de nuestra verdadera naturaleza.

La insistencia en un programa moral que nos auspicie ha sido - me atrevo a decir que desde Hammurabi en adelante - nuestro mayor y más consistente desasosiego. Como especie, como entidad biológica capaz de bogar por un impulso racional, constitutivo y orgánico, manifestamos de manera casi desesperada nuestra necesidad de orden, de disposición conductual.

Elegir desprenderse cauta pero sagazmente de esta necesidad, llevarla sin reservas hacia la línea de resistencia, es también un modo de formar parte, un modo de arribar al hombre y a su condición de ser.

Consciente de ello o no, esta es, sin duda, la meta primera de un escritor como Javier Lemmo. Su eje, su columna escritural, se basa en la desarticulación constante de un régimen humano actitudinal que se quiere ético, pero que en el detalle de la práctica resulta absurdo y muchas veces improcedente.

Desde la universalidad axiomática de sus Aforismos, Javier nos presenta al observador incansable de un mundo hipócrita y por demás complejo, cuya jurisprudencia moral nos obliga a considerar y a revisar apasionantes contradicciones, réplicas y refutaciones. Sus principios, crudos y en apariencia inflexibles, se articulan entre una alternativa aceptable de tolerancia y coexistencia, y el devenir inevitable de un caos: el desorden ad hoc que supondría infringirlos o ponerlos en jaque.» 


Prólogo a la primera edición (fragmento); octubre de 2017.

marzo 05, 2018

★UN POEMA QUE ES MENTIRA


esta mujer en particular

está mirando el vidrio (y no el jardín)

con la certeza de haber encontrado

en ese acto de ilógica disposición ocular

una excentricidad perfectamente acomodable

a su obsesión de parcialidad

aprendió a escribir poemas

(y otras cosas / todavía más anacrónicas

y absurdas)

a la edad de nueve años

tiempo más tarde

la sedujo la idea de repetir

ese mismo ademán inútil

profesionalmente

esta mujer en particular

bordea una demencia hipnótica

yo traigo fondos de cajones vacíos

y de cuadros brutalmente arrancados

de las paredes

para esta mujer

encabalgo consecuencias

cuyas causas insisten

en mantenerse irrecuperables

esta mujer en particular

no se deja adulterar / tan fácilmente

ha adquirido con el paso de los siglos

la capacidad [y la destreza]

de adaptarse a ese deseo

a su uniforme sometimiento

a lo grotesco de toda la escena

interrumpe con redundancia excesiva

la lectura del libro porque teme

encontrar en él

una señal de condescendencia

ella sola advierte lo ridículo del contenido

ella sola marca el ritmo

de esa respiración que sobra

esta mujer en particular trae puestos

dos pares tornasolados de guantes de látex

botines de patinaje artístico

y una toalla mojada sobre los hombros

yo traigo trajes de agua esterilizados

manojos enteros de deformaciones progresivas

en estado líquido

atentas / a su propia propagación

para esta mujer

esta mujer en particular

tiende a deshumanizar

(a subvertir)

todo modelo de autenticidad que se le cruce

yo traigo restos de fuegos

y torsos desnudos de otras mujeres

para esta mujer

esta mujer en particular

está mirando el vidrio (y no el jardín)

ella sola 

de Los demás (2019)

marzo 01, 2018

ESA CAPACIDAD DE CORROMPER


SI TUVIERA UN SUEÑO SOBRE EL INFIERNO (FRAGMENTOS)

 

¿Me ayudarán ustedes a entender

lo que no tiene arreglo ni remedio,

en esta temporada de escritura poética

y de alivio

para mi depresión, que pasaremos juntos?

*

Durante mucho tiempo, empapado,

y a menudo tocando fondo

por el gran mar verde de los semáforos

que autorizaban nuestra navegación

encontré que mi fatiga era la luz del mundo.

*

Ciudad para matar, ciudad americana.

*

Tus libros son hileras de trajes vaciados.

*

Esa capacidad de corromper

que la poesía tiene, es la más genuina

voluntad de la voz, nunca perdida,

más llena de fantasmas, la voz que sobrevive

de forzar resistencias, descontrolada por la inspiración.

Desde tres adjetivos a un objeto

hay un salto imposible.

*

Nos obsesionamos tanto con la escritura.

Al fin lo conseguimos y así nos fue con ella.

¿Te despiertas acaso como yo, tan perplejo

encontrando los anteojos olvidados

dentro de uno de los zapatos?

*

Mis reseñas virginales eran en su momento

el equivalente verbal de los asesinatos.

Ahora son un montón chiquito,

compacto, tan viejo como yo.

Ellas se desintegran amarillas

y sus páginas rígidas

se hacen añicos como las hojas secas

escapando del árbol que les diera vida.

Estoy sin un amigo:

Veo de vez en cuando, en la noche cerrada,

brillar los faros de algún auto suicida

por la autopista y luego diluirse.

Mi vacío fantasmal ahora se me llena

con todos mis amigos agraviados

como tristes moscas familiares.

*

¿Acaso no es hipócrita pretender dar respuesta

a lo que no hemos sido capaces de escuchar?

*

Aunque escribo mis versos por la noche

soy muy poco sincero en mi discurso.

*

¿Merezco alguna consideración

por no haber intentado suicidarme?

Quizá lo que temía es que esa peregrina

decisión resultase fallida

sin darme cuenta de que practicando

es como se corrigen los errores.

¿Y del infierno, qué?

*

Si tuviera un sueño sobre el infierno

en esa pesadilla

me encontraría a mí mismo

embalando mi casa para mudarme,

con todos los demonios preguntando

eternamente impertinencias varias.

*

Lo que en realidad hice no fue mucho,

entonces, como ahora, fue muy poco.

Del fuego del infierno, en cambio,

no puedo apagar un simple fósforo.

*

Estoy ciego de ver.

*

Adiós, adiós a nada. Doy gracias,

muchas gracias.




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Robert Lowell (1917-1977). Poeta estadounidense. Tras la publicación de su libro Life Studies (1959), ganador del National Book Award en 1960, su obra comenzó a pensarse dentro del movimiento de la llamada poesía confesional. Su poesía, intensa y desinhibida, propulsó un nuevo énfasis en la introducción de conflictos personales, familiares y psicológicos dentro del poema. Dos veces Premio Pulitzer (1947 y 1974), es considerado uno de los poetas más importantes e influyentes de la postguerra.